Localización
Siguiendo la carretera de Ponferrada a Ourense encontraremos un desvío para llegar a Parada de Sil. Nos dirigimos al núcleo del pueblo donde encontramos nuestro punto de partida desde la Praza do Barquilleiro (42.382783 N, 7.568422 O).
Resumen de ruta
La ruta de senderismo propuesta en esta ocasión es una magnífica excusa para recorrer casi todas las maravillas que atesora el Concello. Precisamente, su punto de salida es el núcleo de Parada de Sil, Praza do Barquilleiro. En nuestra caminata de más de 6 horas de duración veremos un paisaje tradicional gallego muy próximo al epicentro de la Ribeira Sacra, el Cañón del Sil.
Entre las principales paradas que merecen nuestra atención, nos concentraremos en desgranar aquellas más interesantes desde nuestro punto de vista: Muíños de Entrambosríos y O Vello Castiñeiro, A Pena da Cividade (Mirador sobre el Sil), Os Torgás (Balcones de Madrid y O Pozo do Lobo), Sequeiro en Fondo de Vila (Soutos e “carriozas”) y el Monasterio de Santa Cristina de Ribas do Sil.
Muíños de Entrambosríos
Accedemos a los dos Muíños de Entrambosríos por la ruta de senderismo, pero muchos visitantes que vienen a propósito a este lugar utilizan un camino que proviene desde un hermoso árbol, conocido por el nombre de O Vello Castiñeiro.
Lo más interesante de este lugar, es sin dudarlo, la historia humana de Agustín Rodríguez, que se repite por toda la geografía gallega:
"Agustín Rodríguez llegó de las Tierras de Lemos todavía joven a trabajar como encargado de la molienda para la casa de las Quintales, propietaria de estos dos molinos. Casó en Entrambosríos con Amalia Losada y juntos le proporcionaron un modo de vida a su familia. Eran tierras fuertes que daban además una buena recogida de castañas. Agustín aprendió el oficio y las artes de la molienda hasta sacar del grano la mejor harina para pan, oficio que le transmitió principalmente al hijo más viejo. A mediados de los años 80, casi todos sus hijos e hijas habían emigrado, igual que otros jóvenes de la comarca. Quedaban cada vez menos bocas, menos manos y menos fruto que moler. Una cultura desfallecía. ¿Llegará a desaparecer?"
O Vello Castiñeiro
La voz del castaño
Desde a “cacarocha” de O Vello Castiñeiro, es decir, las oquedades del tronco, podemos escuchar las palabras de este milenario castiñeiro:
“¿Me distingues entre los demás castaños? Desde la mano que me plantó en este lugar y me injertó para que diera buen fruto, muchas otras manos vinieron cada otoño, sin que faltara ninguno, a recoger agradecidas la cosecha. Mis dueños siguen haciéndolo y cuidándome. Yo crecía callado y os veía pasar. He cobijado muchas vidas con mis vigas. Tengo casi diez metros de circunferencia y muchísimos siglos de historia que puedo recordar. Soy un anciano castaño todavía fértil que merece continuar siendo testigo de tu tiempo”
Una cura sagrada
La sabiduría popular recomienda a los enfermos de “tangaraño”, o sea, de raquitismo, que se introduzcan en el interior de un castaño, denominado por la hermosa palabra: “cacarocha”. Estas oquedades entre los árboles son lugares especiales que en el caso de O Vello Castiñeiro, alcanza una dimensión sagrada.
Sequeiro en Fondo de Vila
Paisaje de castañas
La recolección de castañas en la aldea de Fondo de Vila alcanza la categoría de una industria artesanal. En los alrededores del núcleo poblado se suceden los bosques de castaños, soutos, unidos con los secaderos de castañas, sequeiros, mediante unos antiguos caminos de carros, conservados de una forma maravillosa en la actualidad, que tienen el nombre de “carriozas”. Para adentrarse en este mundo le proponemos que aprovechen la ruta de senderismo circular que comienza en esta aldea.
Horario de visita
No duden en aprovechar la amabilidad de los vecinos y sus explicaciones para conocer un poco más este singular monumento etnográfico.
Secaderos de castañas
El interior de un sequeiro resulta tremendamente simple, un espacio de entrada destinado para la cama y los enseres del trabajador, y otra parte cubierta de madera en la planta baja para el hogar y cocina, mientras que arriba se esparcían las castañas sobre ramas alargadas ligeramente abiertas para facilitar el proceso de ahumado. En el caso del Sequeiro en Fondo de Vila le añadimos una particularidad, la presencia de un horno en un momento posterior.
La castaña pelada
El proceso de secado pretendía preparar las castañas para su almacenamiento. En el primer paso, se ahumaban las castañas colocándolas en la parte superior de la estructura de madera del sequeiro, justo debajo del fuego de la cocina. Una vez secas, se introducían las castañas en un saco de tela y se golpeaba contra una superficie dura, piedra o tocón, hasta conseguir separar la cáscara de la castaña. Por último las castañas se cribaban en un cesto hasta que acabasen limpias.
Os Torgás (Balcones de Madrid y O Pozo do Lobo)
Balcones de Madrid
Desde este extraordinario mirador se despedían los barquilleros de sus esposas rumbo a un viaje largo sin destino fijo. Sin embargo, estos vecinos de Parada de Sil siempre decían que se iban a Madrid. Esta bonita historia ilustra uno de los emplazamientos más extraordinarios para contemplar los Cañones del Sil. Aunque también existe otro nombre ancestral y misterioso para nombrar este lugar: “Os Balcóns dos Mouros”.
Otro lugar situado en las proximidades de los Balcones de Madrid es el Pozo del Lobo. Un pozo de piedra donde debía caer el animal, después de arrinconarlo en una batida formada por todos los vecinos, que dirigían al lobo a una enorme aguja de piedra terminada en un pozo. Hoy en día no existe este peligro, pero antiguamente el lobo suponía una amenaza seria para el ganado de los habitantes de Parada de Sil.
Batidas de lobo
La batida era un trabajo comunitario al que acudían los vecinos en la Edad Media bajo pena de multa. El adversario era peligroso, astuto e intimidante. Se dice que el "aire do lobo" quita el habla. Hace cerca de cuarenta años que no se escuchan sus aullidos en Parada de Sil. Nadie recuerda aquí que un lobo atacase a una persona, aunque muchos se acuerdan de verlo siendo niños. Hoy puede dejarse el ganado solo sin miedo a un ataque. Los lobos que quedan en el Monte Meda no alcanzan a alimentarse de los jabalíes y corzos que poco a poco van metiéndose en las aldeas.
Monasterio de Santa Cristina
Inmerso en un fantástico bosque de castaños, el souto de Meiral, y sintiendo la cercanía con el río Sil, permanece en pie uno de los centros espirituales con mayor encanto de la Ribeira Sacra: el Monasterio de Santa Cristina. A partir del año 1508 es cuando también le podemos añadir lo de “Ribas de Sil” a su nombre porque pasa a formar parte como priorato del Monasterio de San Estevo de Ribas de Sil. Aparte de la historia que guardan sus muros, desde el punto de vista artístico destaca la impresionante iglesia de estilo románico, con retazos del gótico.
A Pena da Cividade (Mirador sobre el Sil)
El topónimo nos sugiere la presencia de un castro, una antigua aldea fortificada habitada por los castreños, hace más de 2.000 años, actualmente está acondicionado para contemplar la estampa serpenteante de los Cañones del Sil. Al mismo tiempo, la aldea de O Castro es otra oportunidad para disfrutar de la arquitectura tradicional gallega y, particularmente, observar un “lavadoiro”, un lavadero de ropa, en buen estado de conservación.
A Pena da Cividade |