Localización
Siguiendo la carretera de Ponferrada a Ourense encontraremos un desvío para llegar a Parada de Sil. Al inicio del núcleo de esta población tomamos un desvío a la izquierda perfectamente señalizado que nos lleva después de cuatro kilómetros a nuestro destino (42.395929 N, 7.58839 O).
Monasterio de Santa Cristina
Los eremitas que habitaban en estos parajes sagrados, en las riberas del río Sil, dieron paso a un pequeño monasterio bajo la regla de San Fructuoso de Braga, dirigido por el abad Gundesindo, allá por el año 969 después de Cristo. De esta época no queda nada hoy en día, solamente documentos históricos depositados en archivos. Serían realmente los benedictinos, una poderosa orden monacal europea, los encargados de construir la actual iglesia y claustro románico entre el siglo XII y XIII.
Para conseguir el capital necesario para levantar semejante tesoro arquitectónico, los monjes benedictinos, y posteriormente la reforma cisterciense, incorporaron un nuevo tipo de explotación económica y social de sus propiedades. A los campesinos se les cedía un pedazo de tierra bajo el régimen de aforamiento, una especie de contrato de alquiler, que estipulaba el cultivo y pago de la renta en vino, ya que era una mercancía integrada de una red comercial muy amplia. Además del dinero del vino, el Monasterio de Santa Cristina gozó de un apoyo personal de los reyes Alfonso VI y Alfonso VII, para ostentar la autoridad judicial en su territorio, lo que le proporcionaba una tremenda autonomía reforzada con lazos con el mismísimo Papado de Roma.
Monasterio de Santa Cristina
Horario de visita
De Martes a Domingo, de 11.00 a 14.00 h y de 15.00 a 19.30 h . Este horario puede variar sin previo aviso, aunque siempre estará actualizado en la web del Concello de Parada de Sil: www.paradadesil.es
Precio entrada: 1€ Tarifa Individual.
Tarifa reducida 0,50€ (pensionistas, menores de 8 años y estudiantes).
Entrada al Claustro
La portada románica que corresponde al primitivo claustro del monasterio, mantiene sólo una arquivolta decorada con grandes hojas de col y doble moldura geométrica en zig-zag, el tímpano contiene la representación de los símbolos de los cuatro evangelistas: el águila, el ángel, el toro y el león, y dos figuras sedentes con un libro sagrado.
Contrafuertes laterales
Debemos disfrutar con los esbeltos contrafuertes y las ventanas saeteras que se abren entre ellos. Las centrales están enmarcadas por arcos de medio punto sobre sencillas columnas con capiteles decorados con motivos vegetales.
Rosetón románico
Al atardecer se cuela entre los arcos lobulados del rosetón, una luz tenue que proporciona al interior de la iglesia una atmósfera propensa a sensaciones místicas. No obstante, la belleza del rosetón lo convierte en uno de los más importantes del románico de transición al gótico presentes en Galicia.
Portada románica
Extraordinaria composición de tres arquivoltas de medio punto sobre tres pares de columnas con capiteles de motivos vegetales y figuras humanas. Las molduras de las arquivoltas presentan una decoración ajedrezada que transmite una sensación de estrechamiento de la puerta. Por último, mencionar la sobriedad del tímpano liso.
Portada de la iglesia
El árbol de San Benito
El recuerdo de la etapa benedictina del monasterio tiene reservada una fecha en el calendario, el 8 de Julio se celebra una misa con variadas actividades festivas. Sin embargo, durante todo el año tenemos ocasión de mostrar nuestra gratitud o arrepentimiento depositando una ofrenda delante del árbol de San Benito.
Claustro de "Ribas de Sil"
Inmerso en un fantástico bosque de castaños, el souto de Meiral, y sintiendo la cercanía con el río Sil, permanece en pie uno de los centros espirituales con mayor encanto de la Ribeira Sacra: el Monasterio de Santa Cristina. A partir del año 1508 es cuando también le podemos añadir lo de “Ribas de Sil” a su nombre, porque pasa a formar parte como priorato del Monasterio de San Estevo de Ribas de Sil. Resultado de esta nueva etapa es la construcción del claustro renacentista. Un sencillo claustro formado por dos corredores en ángulo recto y adornado por una sucesión de columnas con arco de medio punto.
Claustro Primitivo
Del anterior Claustro Románico construido por los monjes benedictinos (s.XII-XIII), apenas quedaron vestigios en la actualidad, la portada de entrada al claustro y dos pequeñas alas reutilizadas en el nuevo claustro.
Torre piramidal
Desde esta torre de estilo románico podemos contemplar entre los huecos de las almenas y las troneras de arcos semicirculares los irrepetibles Cañones del Sil. Aparte de proporcionar a los visitantes un mirador privilegiado, otro elemento curioso de esta torre es su remate en forma piramidal, muy poco habitual en este tipo de construcciones y posiblemente adosado en una etapa tardía del monasterio.
El último benedictino libre
Antes de la incorporación de este recinto religioso dentro del poderoso Monasterio de Ribas de Sil, este monasterio estaba en franca decadencia, con un sólo inquilino, el Abad. Desconocemos si la artística tumba encajonada en un muro del interior del claustro corresponde a este personaje, al último benedictino del Monasterio de Santa Cristina.
Lecturas divinas
En el segundo piso del Claustro Renacentista observamos un espacio idóneo para largos paseos, la conversación y la lectura. No olvidemos que los monjes requerían de lugares luminosos para conversar con su maestro o simplemente leer los libros sagrados, como el parladoiro, o pequeñas bibliotecas embutidas en las paredes: “armarium claustri”.
“Armarium claustri”
Pequeños espacios entre los muros para depositar los libros de las lecturas diarias de los monjes.
“Parladoiros”
Espacios entre las paredes exteriores del claustro con dos bancos de piedra próximos a la ventana.
Interior Iglesia
Tenemos suerte de que la iglesia no siguiera los pasos del primer claustro. Todavía hoy en día respiramos en su interior la esencia del románico, impregnado ligeramente con detalles góticos como los arcos apuntados, que la convierten en uno de los monumentos artísticos y arquitectónicos de referencia de la Ribeira Sacra.
La nave central se divide en cinco tramos mediante arcos de medio punto ligeramente apuntados, que sostienen una cubierta de madera y descansan en gruesos muros de granito, los cuales a su vez están reforzados de manera más estética que funcional por unos esbeltos contrafuertes.
Detalles en el interior de la iglesia
El crucero
Cubierto con una bóveda de cañón de cuatro arcos levantados sobre columnas adosadas que presentan capiteles tremendamente ornamentados.
San Pedro
Talla manierista del apóstol San Pedro (s. XVI)
Pinturas
Las pinturas del ábside corresponden a la reforma del siglo XVI.
Capitel de motivos vegetales
Capiteles de la nave con motivos vegetales
Capitel con figuras humanas
Capiteles del ábside con motivos humanos
Altar románico
Altar románico “escondido” en una de las naves de la iglesia |